lunes, 20 de agosto de 2007

Linea de Metro


La humanidad que habita el subsuelo
es un autómata que no camina;
avanza en cintas transportadoras.
Se pertrechan de trajes y corbatas,
de gorras y mochilas.
Es una selva subterránea de animales
ávidos de asientos y respaldos.
Miradas vacías. Sueño. Nervios.
Putas de compras, comerciales
impecables y frustados,
agentes inmobiliarios
que no paran quietos, señoras
marujas y aledaños de periferia,
mareros y latins jugando a New yorkers,
pobres diablos y ricos dioses,
amas de casas ajenas, jubilados
en ruta en la linea gris, estudiantes suspensos
preparados para las vacaciones,
yo escribiendo esto en un vagón de la linea 5.
Fauna y flora del submundo
caladero de seres en tránsito.
El roce hace el cariño y la herida.
Voces que se mezclan en el aire sudoroso,
sin entender de fronteras.
Calor humano.
Yo fondeado a cincuenta metros bajo tierra.
Linea de Metro.

2 comentarios:

rut dijo...

Y que toca y pasa el sombrero. Y el de los miles de relojes de contrabando en la americana. Y en el guiri que te mira contento de estar en España. Y en la maruja que te hace un escáner con los ojos porque no le han gustado tus zapatos. Y en el inmigrante con mochila que tiene miedo de tí y tú estás pensando lo mismo de él. Y en el niño chino que terminará vendiendo rosas de papel durante del fin de semana. Y el viejo que se ofende porque te has levantado para prestarle tu asiento incómodo y te ha mirado desafiante mientras le rula en la cabeza esa frase que les encanta a los abuelos de "esta juventud de hoy en día".

El metro no es tan diferente al autobús. Estoy harta de coger el uno.

Me gusta esto.
Un besote.
¿Para cuándo una cerve en Pucela?
d.

ibai dijo...

llego hasta tu nauseamundus desde RIE, soy la nueva, me encanta lo que escribes, ya son dos los más que metro en los que coincidimos.
un saludo