Pon otra muesca en tu cama Lilith,
y cierra la puerta cuando salgas.
Borra del espejo tu sonrisa,
y entregate a la lujuria que predicas.
Yace sobre un cadáver
el suelo que besaba a cada uno de tus pasos,
las noches que tapaba estrellas
para que pudieras dormir.
Pon otra muesca en tu cama Lilith,
y mientras caminas, por favor,
finge que lloras, aprieta los puños,
traga saliva, osa sufrir.
Llevate la suela de los zapatos
que me regalaste esa noche
pero dejame tu figura envuelta en la toalla.
Quemaría tus fotos si ardieran.
Pon otra muesca en tu cama Lilith,
recoge los besos que me diste,
aún te pueden servir.
No dejes la puerta del bar abierta,
tal vez entren tipos como yo
y ya estás cansada de poesía,
plena de hombres, harta de vida.
Pon otra muesca en tu cama Lilith.