martes, 27 de septiembre de 2005

Besos sinceros

Escribeme una canción en la piel
y te invito a mi cama;
no es que esto lo suela hacer
pero tus labios me matan.

Si tomo un trago más
me dejo engañar,
te sigo al infierno,
te ando detras.

Desde Cayao con la luna a la espalda
me haces rodar,
bailando el tango del loco
que te quiere besar.

Calle melancolía,
Gran Via, Tribunal
dónde habita tu olvido
para no pasar.

A quién has robado
esta noche de besos sinceros,
me asusta morena,
quedarme atrapado en tu pelo.

Y si mañana despiertas
y dices haberme engañado,
habrá merecido la pena
romperte las medias,
haberte atado.

martes, 13 de septiembre de 2005

Aforismos y Epigramas IV

Un perdedor es alguien que tien todo por ganar. ¿Hay algo más esperanzador?

Bienaventurados los que no tienen conciencia porque ellos heredarán el cielo.

La mayor de las demencias es querer volverte loco y sólo conseguir más y más lucidez.

Esperemos que lo imposible no se cumpla porque entonces dejaremos de quererlo.

El hombre que necesita leyes para vivir en sociedad es que no merece vivir en sociedad.

lunes, 12 de septiembre de 2005

Supongamos

Supongamos que es verdad
que estamos equivocados,
que es mentira que tengamos la razón.
Supongamos que no habla el corazón
que sólo es sonido acompasado,
no hay látidos ni ilusión.
Supongamos que he perdido la razón
que no hay misterio llamado amor,
sólo un jirón del alma disfrazado de pasión.
Supongamos que supongo
que has cometido el error de acertar
de cubrirte de verdad,
de afirmar lo evidente
con un beso en la frente
para despertar.
Supongamos que de tanto amarnos
se ha herido el corazón
y la llaga solo calma
cuerpo a cuerpo, corazón a corazón.

Tango

Se aferraba a un tango de Piazzola para no llorar.
Entre las manos aguardiente y un libro de Lacan;
le decía al camarero: ¿dónde esta la esperanza cuando se va?.
Cantaba muy bajito apoyado en la barra pidiendo un trago más,
sonaba en el ambiente una canción inconfundible que nunca pudo recordar;
entre poemas de Benedetti y citas de Marx
una mujer impresionante, de cuyo nombre no me quiero olvidar
le decia al odio: Esta noche hace frio, tal vez me quieras calentar.
Y se puso su sombrero, la gabardina; cogió su paraguas y se alzó el cuello.
Le ofreció el brazo a la puta para que dejara de pecar,
y con aires de gran dama y él de galán
salieron del tugurio camino de un mal hostal.

Y la luz del puerto les vió pasar,
abrazados del talle mirando a la mar.
Él decía te quiero, ella preguntaba:
¿Cuánto me vas ha pagar?

No tengo dinero, mi vida,
pero si una barca a remos que no sabe flotar,
con ella cruzaremos hasta donde te puedan pagar;
el cielo aunque no lo creas no puede esperar.
Ella cerró los ojos y se dejó besar:
- que gran amante es la muerte
y que negra es mi suerte
que me tenga que tocar
a mis 22 años de edad -

A la mañana siguiente,
Malena alfombraba el asfalto mojado
inerte, su cuerpo rozaba la brisa
hay quien dice que sus labios
esbozaba aún una sonrisa.

La muerte volvió esa noche a la barra del bar,
a Piazzola, a Benedetti y a Marx.
- Hola preciosa: ¿Cuánto me vas a cobrar?

Y la luz del puerto les vió pasar,
abrazados del talle mirando a la mar.
Él decía te quiero, ella preguntaba:
¿Cuánto me puedes pagar?

Asfalto de madrugada


Sorprenderse del miedo que cesa de mirarte a los ojos;
cuando nada se tiene que perder todo se gana por todo.
Y camina la melancolía tan ancha por la avenidad,
mira de frente a los ojos y no malgasta saliva.

Quema el asfalto de la madrugada
las calles duelen cuando ya no se ama nada.
Se muere el amor en tu almohada,
besos que ya no me dicen nada.

Resuenan tus tacones sobre el asfalto
se puede decir más claro pero no más alto.
Gotas de alcohol en tu sonrisa,
te has cansado ya vivir deprisa.

lunes, 5 de septiembre de 2005

Aforismos y Epigramas III

Rezale a Baco y a Dionisos por tu pobre alma de asceta.

Si Dios existe morirá con nosotros.

Es dificl relacionarse en una sociedad donde no es fácil distinguir entre la estupidez de los demás y la propia pedantería.

Convencedme de que no he muerto y sabré que no he vivido.

Los fronterizos

Nosotros, los fronterizos,
los dueños del dolor.
Aquellos que doblegan el alma
dejándola quebrar
por el peso de la serpiente.
Así es la vida de los míos;
en constante lucha,
en constante retirada.
Nosotros, que amamos tanto la vida
que nos precipitamos irremediablemente
hacia la muerte,
sin más esperanza ni más cielo
que aquello que dejamos concluido.
Sólo un infierno: lo que no hicimos.

La carcel de la ternura

La convenció de que la eternidad
no es tanto tiempo.
Que como viene se va
que las palabras no son verdad
si no se las lleva el viento.

Se cansó de mirar de reojo
el balcón de pecados carnales.
Abandonó el adosado a sus ojos
puso en venta el baul de postales
todas sin remitente, todas sin fotos.

Escapó de la carcel de su ternura
buscando en la basura
un corazón que no pida razones
unos besos con factura.

Que tarde llega el destino
a meter mano a la risa;
perdí en la misma noche
la vergüenza, el sueño y la visa.

Se subió conmigo en el coche
la reina de los besos sin prisa;
la factura del tiro de grifa
a la cuenta del bar del Derroche.

jueves, 1 de septiembre de 2005

Aforismos y Epigramas II

Adoro a las personas sin principios; se puede confiar en que no los traicionarán nunca. ¿Hay algo más moral?.

La muerte no es más que la vida conjugada en futuro.

¿Existe vida antes de la muerte?. Esa es la pregunta metafísica de nuestros días.

La existencia es tan definible que es indefinible.

El fracaso es mucho más pedagógico que la duda.