jueves, 22 de mayo de 2008

Lilith


Pon otra muesca en tu cama Lilith,

y cierra la puerta cuando salgas.

Borra del espejo tu sonrisa,

y entregate a la lujuria que predicas.


Yace sobre un cadáver

el suelo que besaba a cada uno de tus pasos,

las noches que tapaba estrellas

para que pudieras dormir.


Pon otra muesca en tu cama Lilith,

y mientras caminas, por favor,

finge que lloras, aprieta los puños,

traga saliva, osa sufrir.


Llevate la suela de los zapatos

que me regalaste esa noche

pero dejame tu figura envuelta en la toalla.


Quemaría tus fotos si ardieran.


Pon otra muesca en tu cama Lilith,

recoge los besos que me diste,

aún te pueden servir.

No dejes la puerta del bar abierta,

tal vez entren tipos como yo

y ya estás cansada de poesía,

plena de hombres, harta de vida.


Pon otra muesca en tu cama Lilith.

lunes, 19 de mayo de 2008

lunes, 5 de mayo de 2008

Aforismos y epigramas XIII

Poco a poco voy recordando a la persona que nunca fui

¿A cuantos dioses has enojado con tus blasfemias?

Tiempos Extraños

¿Qué queda después de la niebla?
La pólvora mojada e inservible
para los exaustos sentidos.
Una panoplia de despropositos
desgastados y caducos.
Un erial sembrado de sueños famélicos,
el solar polvoriento y esteril,
futuro camposanto de días quemados.
¿Hasta donde alcanza la visión desde este altozano?
Depende de la posición del sol,
pero mi sombra extiende la penumbra
hasta el horizonte.
Mis pasos ya no siguen a mis huellas,
ni las marcas del camino me orientan.
A gritado ¡Tierra! el vigía,
tierra que será mi sepultura
y de las lágrimas de la noche
brotarán las flores del dolor,
y yacerá allí eternamente
esta vida que espera
los tiempos extraños.

lunes, 24 de marzo de 2008

Ajuste de cuentas

Al amanecer,
el cadáver de lo que fue mi vida
descerrajó 28 tiros a quemarropa
al marqués que quieren que sea.

El juez se negó a levantar el cuerpo inerte,
así que hubo que incinerarlo directamente allí,
sobre la mesa de la habitación.

miércoles, 2 de enero de 2008

Aforismos y epigrama XII

La mejor forma de excusar un error es alegar estupidez.

Tus besos son un atraco con alma blanca.

Las personas que alzan la voz en una conversación, no quieren que se las escuche, quieren que se las oiga.

Las personas que gritan para que se las oiga, es que no tienen nada interesante que decir.

Cuando eres joven, estás siempre cabreado porque no encuentras tu sitio. Luego creces, y sigues sin encontrarlo pero te da igual. Al final envejeces, y espero que me tranquilice saber que en realidad nunca lo he tenido.

Volver vivo

De la batalla,
no quedan ni los muertos.
Ha terminado. He perdido.
Regresaré a la aldea derrotado.
Derrotado y vivo.
Ni la dignidad de la muerte
se me concede.
Volveré cojeando, aturdido
y cansado.
Las luces de la aldea
presagian el calor del hogar
y esa si es la verdadera victoria:
volver a casa, aunque sea vencido.