viernes, 26 de agosto de 2005

Dionisos

Tanto tiempo buscando el poema eterno.
El más bello.
El más despiadado.
Luces que pueblan la mente oscura.
Sonidos sordos sedientos de sangre.
¿No escuchas el susurro del cuervo?.
Existe una cacería detrás del horizonte
que golpea el drama
de una máscara hecha pedazos
y que sangra vino
mientras escupe verdades
que levantan ampollas en los buenos.
Su paraiso está lleno
de miedo y cinismo.
Yo quiero otro cielo distinto,
con distintas promesas,
con distintas voces
y con distinta música.
No más melodías de algodón
del dios Apolo.
¡Viva el ruido desenfrenado
de lo absurdo!
y por absurdo más bello si cabe;
y por bello... sólo vida.

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