lunes, 26 de diciembre de 2005

El infierno deseado


Hoy he vuelto a ver ese infierno
no el que nos prometieron
sino el deseado,
el yacente, el yuxtapuesto,
el perpendicular infierno
que envuelve la existencia.
Hoy he vuelto a ver ese infierno;
tal vez mañana sea hoguera
de penetrante olor sulfureo,
hoy solo dolor, solo deseo,
solo realidad grotesca y absurda,
razonable razón irracional...
solo vida.
Hoy de nuevo ese infierno
no el subterraneo averno
de almas dolientes
sino el subcutaneo,
el que sangra, el que siente
y padece más allá de su mentiras.
Mañana... siempre quedará mañana
hasta entonces otra vez ese infierno
no el prometido sino el deseado.

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